Hace menos de dos meses un arquitecto extremeño dio su opinión basada en su situación personal ante la obligación de contar con un seguro de Responsabilidad Civil para respaldar su actividad laboral, con respecto a la crisis actual que el país atraviesa. Lo que él destaca es que este seguro supondrá “un tiro en la nuca” en un futuro próximo para los arquitectos.
Muchos profesionales de este rubro se encuentran en una realidad económica que en ocasiones resulta extrema, en donde afrontar los gastos que deben abonarse para mantener un seguro que los cubra ante cualquier posibilidad de riesgo que implique un perjuicio personal por un daño, una reclamación o un desperfecto a un tercero, puede convertirse en una situación más que complicada para el profesional.
Lo que Fernando Rodríguez (arquitecto en cuestión que reclama su situación) indica es que un arquitecto no podrá dormir tranquilo desde que la obra ha finalizado y por hasta diez años, ya que cualquier daño estructural, defecto y accidente que ocurra derivado de la actividad será responsabilidad del arquitecto, y es por ello que éste debe protegerse con un seguro de Responsabilidad Civil debido a que si no se posee uno la consecuencia puede ser imposible de sostener.
El problema también está en que muchas empresas constructoras han cerrado por quiebre y, donde antes el profesional estaba respaldado por la Responsabilidad Civil de la empresa, pasa a quedar en manos de nadie y la responsabilidad de la obra queda en manos del arquitecto. Y no solo es esto, el arquitecto debe pagar por diferentes obras, debe lidiar con los incrementos y no deja de sentir la soga al cuello.