Las variables básicas que determinan la configuración de las cubiertas se encuentran en los procedimientos que resuelven los problemas plateados que pueden generar responsabilidad se determina por dos factores esenciales del clima:
1) Expulsión del agua de lluvia. Delante de la expulsión del agua se nos presentan dos modalidades:
-la de las cubiertas inclinadas, basadas en la absorción rápida producida por un pendiente acusado, normalmente de más de 15% que comporta un volumen importante encima del edificio.
-Las de las planas, basada en una impermeabilidad absoluta y un pendiente mínimo entre el 0% y el 5%, que consigue expulsar el agua sin que sea necesario añadir ningún volúmen.
La utilización actual de estas telas permite hacer cubiertas planas en cualquier lugar.
Las cubiertas planas ofrecen una total libertad a la forma de la planta pero aquesta permisibilidad en el momento de proyectar comporta un total protagonismo de las fachadas y en general una menor longevidad. Las cubiertas inclinadas, en cambio, tienen un protagonismo muy exigente en alzado y unos requerimientos geométricos que limitan la composición de la planta del edificio; esta menor libertad de diseño se compensa, aún así, con imágenes arquitectónicas más ricas y unos gastos de conservación más bajo
2) La protección de la misma cubierta y el espacio inmediatamente interior contra la radiación directa del sol
La protección contra la radiación solar de la misma cubierta exige que esté resuelta de manera que las fuertas dilataciones térmicas de sus componentes expuestos al sol no produce movimientos diferenciales respecto de las partes en la sombra, cuya cosa puede llevar a la ruptura de la capa impermeable. la solución genérica se basa en juntas de dilatación en las planas o problemas entre las piezas de las inclinadas.
Para proteger la radiación del espacio habitado inferior podemos adoptar dos vías genéricas:
-Un espacio ventilado intermedio entre el exterior y el espacio habitado
-Un material aislante térmico
La primera solución requiere un volúmen más o menos grande situado encima del edificio y no soluciona por si misma las pérdidas térmicas de invierno que tendrán que resolver a través de un aislante térmico situado en la parte inferior. La segunda solución no requiere volumen y si que aisla en el invierno. Las cubiertas inclinadas o llanas, que adopten la primera solución es denominan frias o de dos hojas y en el segundo caso, calientes o de una hoja.