Lo que el seguro de Responsabilidad Civil busca es asegurar a un profesional o a una entidad ante un posible siniestro de sus trabajadores, o incluso de terceras personas, ante una obra en construcción o trabajos que impliquen cierto riego. Dentro del contrato se establecen diferentes cláusulas que benefician a todas las partes, y una de ellas se trata de los plazos de retroactividad.
Es fundamental que la cláusula de retroactividad tenga buenas condiciones, ya que el seguro de Responsabilidad Civil cubrirá cualquier daño mientras la obra esté en curso, mientras que la cláusula de retroactividad cubrirá cualquier tipo de daño una vez terminada la obra cubriendo la seguridad de terceras personas. El plazo será determinado en la póliza y cuanto más largo mejor.
Debe tenerse en cuenta que una vez cancelada la póliza también se dará por cancelada la vigencia de la retroactividad, a menos que ésta tenga algún siniestro en curso que todavía no esté resuelto, por lo que se dará por cancelado una vez finalizada dicha intervención. Es por esto que a la hora de cambiar la póliza debe constatarse que la nueva se encargue de cubrir un plazo de retroactividad que lo iguale lo más posible, para que concuerde con la póliza anterior.
Generalmente se utilizaban pólizas temporales que cubrían hasta 10 años una vez terminada la construcción. La retroactividad limitada cubrirá al profesional por el tiempo máximo que la ley permite, y hoy en día la mayoría de las entidades aseguradoras cuentan con pólizas que ofrecen una retroactividad ilimitada en su contratación.